sábado, 7 de abril de 2012

Oscar Ercilla: "A políticos y empresarios les da igual que nos vayamos"

Nombre: Oscar Ercilla Herrero
Edad:
29
Profesión:
Geólogo
Nivel de estudios:
Licenciado con 5 años de experiencia laboral
Lugar de nacimiento:
Palencia
País de residencia:
Santiago de Chile

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España? La idea de Chile había rondado en mi mente desde que no me renovaron el contrato en el centro tecnológico donde trabajaba y en el que entré como becario. Aquí buscan geólogos por la cantidad de minería existente y el momento definitivo para decidirme fue el tener que empezar a vender seguros porque no había otra cosa. Fui consciente de que si no volvía al mercado laboral como geólogo pronto podría estancarme y no volver a trabajar sobre lo que estudié y que me apasiona.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?

No. Llevaba un año parado y en noviembre acabó mi prestación por desempleo.

¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En un año hice tres entrevistas y sobre “lo mío” solo una. Lo que resultaba más descorazonador era que en ofertas en los que mi titulación se ajustaba o mi experiencia, me echaban para atrás simplemente por el desconocimiento de mi profesión. A final de año era imposible porque pedían 10 años de experiencia en cualquier cosa.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?

No llevo mucho tiempo, tan solo un mes, pero es una aventura. Hay muchos contrastes con Europa y eso que Santiago es una ciudad muy europea en Latinoamérica. Me apasiona el ver rascacielos y los Andes al fondo. Para un geólogo creo que hay pocas visiones mejores al despertarse por la mañana. Lo que si se echa de menos es a mi novia, con quien vivía antes de venir para acá, la familia y los amigos, pero gracias a Skype y las redes sociales uno se siente algo más cerca de España.

¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?

Las condiciones de trabajo y económicas son mucho mejores a las que tenía allí, y yo no era “mileurista” en España. Pero más allá del dinero, que es importante, es que te sientes valorado por tus compañeros y por tus jefes, y también por la sociedad en general, que tienen mayor consideración con alguien con formación. Por otra parte, hay una fuerte diferenciación entre clases sociales y eso es lo que más me desagrada de lo que he visto.

¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?

Echo de menos a mi novia sobre todo y algo menos a mi familia y amigos, porque yo me fui de casa con 17 años a la universidad y estoy acostumbrado a no verlos en largos periodos. Volver a España me gustaría, pero sé que las cosas no van a mejorar en mucho tiempo y aún menos para mi profesión.

Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha

La clase política tiene una parte de culpa, pero también nuestra propia sociedad. Apostamos por una economía que no era viable, pero ninguno quisimos verlo porque todos salíamos beneficiados de uno u otro modo. Ahora que las cosas están mal es cuando se ven los errores. El problema no es que no los supiéramos ver en su momento sino que no lo volvamos a repetir en el futuro. Lo malo es que será un futuro tan lejano que nosotros seremos viejos, lo veremos venir, los jóvenes de ese futuro no nos harán caso y volveremos a la casilla de salida.

¿Considera positiva su experiencia actual?

Creo que podré aprender mucho y aportar mucho. Vengo a investigar y era algo con lo que soñaba desde que era pequeño. Si hace un año me hubieran dicho que iba a estar aquí y así, no me lo hubiera creído.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?

Soy emigrante y lo digo con todas las letras. Si no hay donde vives tienes que moverte, como ya hice en España de provincia a provincia. Y si no hay en España a otro país. Y si se acaba aquí pues a moverse a otro. Creo que la experiencia puede ser positiva y mucho mejor a la que tuvieron la generación de emigrantes de los 50 y 60. Lo que se necesita es ser valiente y no pensar en lo que se deja sino en lo que se va a ganar.

¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Me da rabia que haya gente tan preparada y que se tenga que ir, pero aún más rabia que a los políticos y (a algunos) empresarios les importe bien poco que nos vayamos. Cuanto menos se gaste en investigación mejor, porque así se puede cumplir con el déficit, cuando lo que están haciendo es comida para hoy hambre para mañana. No se dan cuenta de que compramos tecnología extranjera made in cerebro de investigador español y sale mucho más caro.

¿Es usted un indignado?

Sí. Sin duda hay que ser indignado si se tiene algo de orgullo propio. Creo que a nadie le gusta que le den collejas y es lo que están haciéndonos día tras día.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?

Hace años no, pero valoro lo que hice en España porque me está sirviendo de mucho aquí. Me hubiera gustado seguir allí, pero chocaba con demasiadas paredes administrativas y jefes muy poco comprensivos y endiosados.

Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España Como dicen aquí, menos huevones en todos los ámbitos sociales. Si estuvieran en peligro de extinción yo no trataría de salvarlos y volvería feliz a España.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española

Que consideren el país como su propia familia, porque ninguno de ellos quitaría dinero destinado para sobrevivir en una casa en la playa. Y quien dice dinero para sobrevivir dice sanidad, educación o gasto social, y quien dice una casa en la playa dice edificios faraónicos que se caen, excesivos asesores rascándose la barriga o coches oficiales nuevos porque los anteriores tienen dos años.

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